EVALUANDO LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN ADOLESCENTES CON SÍNDROME DE DOWN

Abstract

[ES]Durante años, se ha trabajado, investigado e intervenido con distintos tipos de discapacidad intelectual en el ámbito cognitivo, dejando a un lado el campo emocional. No existen estudios que claramente demuestren la existencia de diferencias significativas en el reconocimiento de emociones por parte de personas con síndrome Down y personas con un desarrollo típico. Además teniendo en cuenta el modelo de inteligencia emocional propuesto por Bar-On, que está basado en rasgos de personalidad y habilidades sociales, se podría hipotetizar que la población con discapacidad cognitiva no tiene por qué tener limitaciones en el ámbito emocional puesto que el procesamiento cognitivo de la información emocional no es esencial. El presente trabajo de investigación pretende probar las propiedades psicométricas de la escala EQ-IYV (Emotional Quotient inventory: Young Version) validado por Ferrandiz et al (2012) en población síndrome Down y determinar si puede utilizarse para medir la inteligencia emocional en personas que presentan discapacidad intelectual. Para ello se contó con 742 participantes españoles de entre 16 y 18 años con un CI superior a 50. De este modo se estaría realizando una investigación destinada a determinadas poblaciones con cierto riesgo de exclusión social con el objetivo de obtener avances de índole social, educativa y psicológica y, consecuentemente se lograría la posibilidad de desarrollar programas de Inteligencia Emocional para adolescentes con síndrome de Down validados en esta población, como fórmula de evaluar y plantear programas de fomento de la inteligencia emocional. Palabras clave: Síndrome de Down, inteligencia emocional, fiabilidad, validez, población clínica.

[EN]For years, scholars have worked, researched and intervened with different types of intellectual disability in the cognitive field, leaving aside the emotional field. There aren’t studies that clearly demonstrate the existence of significant differences in the recognition of emotions by people with Down Syndrome and people with a typical development. Furthermore, taking into account the model of emotional intelligence proposed by Bar-On, which is based on personality traits and social skills, it could be hypothesized that the population with cognitive disability does not necessarily have limitations in the emotional field since the cognitive processing of emotional information is not essential. This research aims to test the psychometric properties of the EQ-IYV scale (Emotional Quotient inventory: Young Version) validated by Ferrandiz et al (2012) in Down Syndrome population and determine if it can be used to measure emotional intelligence in people with intellectual disabilities. For this purpose, there were 742 Spanish participants between 16 and 18 years of age with an IQ greater than 50. In this way, research aimed at certain populations with a certain risk of social exclusion would be carried out with the aim of obtaining social, educational and psychological advances and, consequently, it would be possible to develop emotional intelligence programmes for adolescents with Down Syndrome validated in this population would be achieved, as a formula for evaluating and proposing programmes to promote emotional intelligence. Key words: Down Syndrome, emotional intelligence, reliability, validity, clinical population.