Cubiertas vegetales de especies nativas en el olivar

Abstract

Las técnicas llevadas a cabo con el laboreo tradicional están siendo responsables de numerosos daños en el olivar como la erosión, la cual deriva en pérdidas de nutrientes y biodiversidad, lo que se relaciona de manera directa con la fertilidad del suelo. Esa pérdida de biodiversidad hace que los cultivos sean más susceptibles a ser atacados por plagas como la polilla del olivo Prays oleae. No obstante, el problema va más allá, y es que el uso del suelo está contribuyendo al cambio climático, debido a la cantidad de gases de efecto invernadero que emite. Además, los suelos desnudos, presentan más evapotranspiración, por lo que son más susceptibles a las condiciones de sequedad impuestas por el cambio global. Así pues, ante esta problemática, se plantea emplear las cubiertas vegetales como solución y evaluar qué respuesta se lleva a cabo en los olivares cuando las cubiertas son introducidas. Para ello, se ha buscado información en artículos de páginas como “Google académico”, además de en la bibliografía de dichos artículos. Se observó que las cubiertas vegetales retienen el agua, por lo que evitan la erosión hídrica, dan humedad al suelo y lo mantienen unido. Ese soporte al suelo viene establecido por las raíces, donde se producen simbiosis y, por tanto, se incrementan los nutrientes y fertilidad del suelo. Otros resultados positivos se dieron en la lucha contra el cambio climático pues, hubo una retención de carbono y de nitrógeno, lo que provocó que se disminuyeran los aportes externos de este y, por tanto, el riesgo de lixiviación o volatilización. También se obtuvieron resultados positivos en cuanto al albedo, ya que reflejaron más energía y, por tanto, disminuyeron la temperatura del suelo. Esa cubierta vegetal propició la llegada de polinizadores, por lo que se incrementó la biodiversidad. Entre los insectos que albergaron, se incluía Chrysoperla carnea, depredador de Prays oleae, de manera que, las cubiertas han demostrado ser muy importantes en el control de plagas.

The techniques carried out with traditional tillage are responsible for numerous damages to the olive grove, such as soil erosion, which leads to loss of nutrients and biodiversity, which are directly related to soil fertility. This loss of biodiversity makes crops more susceptible to be attacked by pests such as the olive moth Prays oleae. However, the problem is wider, and it is that land use what is contributing to climate change, due to the amount of produced greenhouse gases. In addition, since they are bare soils, they present more evapotranspiration, and they become more susceptible to the dry conditions provoked by global change. Thus, with this problem, it is proposed to use vegetable coverages as a solution, and evaluate the response that olive groves carry out when these plants are introduced. For this reason, research has been done by using articles on web-pages such as “Google academic", as well as in the bibliography ́s articles. It was observed that plant covers retain water, preventing water erosion, providing moisture to the soil and keeping it together. This support for the soil is established by the roots, where symbiosis occurs and, therefore, the nutrients and fertility of the soil are increased. Other positive results occurred in the fight against climate change, since there was a retention of carbon and nitrogen, which caused its external contributions to be reduced and, hence, the risk of leaching or volatilization. Positive results were also obtained in terms of albedo, because of the fact that ground covers reflected more energy and, therefore, lowered the temperature of the soil. This plant cover led to the arrival of pollinators, which increased biodiversity. Among the insects they housed, Chrysoperla carnea, a predator of Prays oleae, was included, so the covers have shown to be very important in pest control.